Mateo 16:26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
1 Timoteo 6:12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Hizo muchas cosas. Primero fue militar. Hecho prisionero durante la guerra, escapó para entrar en la Resistencia. Cuando la paz regresó, se lanzó en una actividad profesional intensa. Viajó mucho. Y ahora, gracias a sus numerosos recuerdos de aquí y allá, cuenta sus aventuras y deja al público en suspenso. La conclusión es que tuvo una vida muy rica.
Pero, ¿qué significa tener «una vida muy rica»? ¿Es hacer muchas cosas y pasar por experiencias extraordinarias? ¿Qué quedará de esta actividad desbordante?
O, por el contrario, ¿es una vida llena de sentido, vivida en relación con Dios? En la Biblia, Dios aprueba vidas que los historiadores dejan completamente en el silencio. No hay nada de extraordinario que subrayar en el ámbito humano, pero Dios reconoce haber sido honrado por medio de la vida de gente sencilla, motivada por su fe. Una vida en relación con Dios no se agota en la búsqueda del poder, de la riqueza o de la celebridad. Es armoniosa, se vuelca hacia los demás, pues el amor de Dios es su fuente.
Si usted desea tener una vida muy rica, busque y conozca a Jesús primero como su Salvador, y luego como su modelo y su Señor. Él la llenará de su presencia y le dará a conocer a Dios como un Padre. En realidad, es la única vida que vale la pena vivir.
La Buena Semilla.