¿Te rehúsas a creer en Dios?


Jueves 4 de Octubre de 2012

1 Reyes 18:21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

Lucas 11:10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Según una «Enciclopedia de las religiones» los hombres están clasificados en tres grupos: los creyentes, los agnósticos y los ateos. Antes se hablaba de creyentes e incrédulos, pero en la actualidad se añade a los agnósticos.
En efecto, muchas personas creen que no pueden opinar nada sobre temas de religión. No se declaran creyentes, pero tampoco pueden afirmar que sean ateos, negando la existencia de Dios. Dicen que todo lo que pertenece al ámbito espiritual es inaccesible al entendimiento humano, pues va más allá de los resultados de los experimentos, más allá de la ciencia.
Esta actitud parece humilde, sin embargo, en la práctica, quien dice que es agnóstico escoge no creer. Por lo tanto actúa como si fuera ateo.
Tomemos un ejemplo: Un hombre en una región desértica llega sediento a un pozo ubicado en la entrada del pueblo, pero no sabe si el agua está contaminada o no. Entonces no bebe y se muere de sed. Podríamos decir que este hombre actuó bien por no haber bebido el agua cuya salubridad desconocía, pero hubiese actuado aún mejor si se hubiese informado si el agua era potable, y si lo era, haber bebido para saciar su sed.
Así, el que dice ser agnóstico debería, al mismo tiempo, buscar la verdad. Y no lo hará en vano, pues Jesús dijo: “El que busca, halla” (Mateo 7:7). El más allá está fuera de la razón humana, pero puede conocerse por la fe que recibe la revelación de Dios.

La Buena Semilla.